Distancia.


Pienso en la palabra distancia.
 
D  i  s  t  a  n  c  i  a
Me enseñaron a calcular la distancia entre dos puntos
como un problema matemático.
Pero hasta ahora no había entendido
cuál es el verdadero problema.
El verdadero problema es la suma
de todos los centímetros que nos separan,
de todos los besos que tengo en mi boca esperándote
con una pancarta que te da la bienvenida,
de las lágrimas que salen corriendo por mi cara
cada vez que nos siento lejos,
de los cientos de agujas que se clavan en mi espalda
porque tu ausencia no me abraza,
de los peros, los porqués, los cuándos
que no dejan de retumbar en mi cabeza,
de las noches que me acuesto pensando en ti
y de los días en que despierto creyendo que estás justo a mi lado.
 
D     i     s     t     a     n     c     i     a
También me enseñaron que la distancia es
un espacio o intervalo de lugar o de tiempo que media entre dos cosas o sucesos,
pero no me advirtieron que esas dos cosas o sucesos
pudiéramos ser tú y yo.
Tú y yo, odiando ese espacio o intervalo de lugar o de tiempo,
tú y yo, viviendo en un otoño perenne,
tú y yo, viendo que esta definición se nos queda corta,
tú y yo, y los te echo de menos,
tú y yo, y palabras,
tú y yo, y sentimientos,
tú y yo, y el resto de manos que nos tocan
y el asqueroso deseo de encontrar en ellas
algo que nos transporte hacia nosotros.
 
D               i               s               t               a               n               c               i               a
Distancia que se hace enorme con cada duda,
con tu posibilidad de tirar la toalla,
con la mía de dejarla en el suelo y,
que sea lo que Dios quiera,
y no lo que nosotros queramos.
Distancia que se hace pequeña con tu risa,
con tus buenos días y tus buenas noches,
con cada te quiero que me eriza la piel
aunque no sienta tu aire al pronunciarlo,
con cada te quiero que lleva tu nombre
y se lleva consigo todo lo que parece imposible.
 
Pero hay una palabra que no teme a la distancia.
Que tira todo este poema a la basura,
que lo rebautiza,
lo anula,
lo rompe.
Deseo, apetito, voluntad de algo.
No hay distancia
que pueda con las ganas,
y yo estoy llena de ganas de amarte.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Puñetazo.

Nadie me ha hecho más daño que tú.