De disfraces y poemas.


Ayer me disfracé de una persona que ya no piensa en ti.

Juro que fue el mejor día desde que te marchaste.

Salí a la calle sin dedicar ni un segundo

a echar de menos tu mano anudada a la mía al caminar.

Respiré profundo, sin caer en la cuenta

de que el aire que respiramos es el mismo,

estés donde estés,

estés con quién estés.

Sonreí sin esfuerzo, disfrutando de todo aquello de mí

que ahora desconoces.

Pero, no podemos portar un disfraz

eternamente.

Me lo quité y empecé a escribir.

Desde entonces, no he podido detener mis dedos.

Escribiendo siento que, por fin, he dejado de sufrir por ti:

la tinta va dejando el dolor grabado en todos los poemas

que te dedico.

 

Hoy he cosido la herida que dejaste abierta

con puntos de sutura que escriben la palabra

poesía.

Comentarios

  1. Es triste pero los poemas más profundos los he escrito en momentos de tristeza también. Espero tu dolor pase pronto. Estoy seguro que mereces eso.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Distancia.

Nadie me ha hecho más daño que tú.

Puñetazo.